La isla de Cerdeña es un destino turístico popular en el Mediterráneo, conocido por sus playas de arena blanca, aguas cristalinas y paisajes montañosos. Con una rica historia y cultura, Cerdeña ofrece una variedad de actividades al aire libre, desde senderismo hasta deportes acuáticos. La gastronomía local es otro atractivo, con platos típicos como la porceddu (cerdo asado) y los culurgiones (raviolis rellenos).
Cerdeña es un destino ideal para aquellos que buscan una combinación de relax y aventura. Sus playas son perfectas para disfrutar del sol, mientras que sus montañas ofrecen rutas de senderismo impresionantes. Además, la isla cuenta con una rica herencia cultural, con numerosos sitios arqueológicos y festivales tradicionales.
Se encuentran sobre todo en el noroeste de la isla, entre Alguer y Capo Caccia, donde hay muchas tiendas donde poder adquirir estas joyas preciosas...
El cochinillo o porceddu, cocinado durante horas y aromatizado con ramas de mirto, es uno de los platos típicos...
Iglesia de San Gavino que se encuentra en Porto Torres...
Cerdeña ofrece una gran variedad de hábitats para la vida salvaje...
La música sarda es una de las más antiguas del Mediterráneo...
Estos animales son amantes de los mares de Cerdeña...
Cerdeña se caracteriza por el mar, su belleza y las oportunidades recreativas que ofrece.
Cerdeña cuenta con un fondo marino que es el paraíso para los amantes de la práctica del snorkeling o el submarinismo. Destacan el archipiélago de la Maddalena, Capo Testa en Santa Teresa de Gallura y Capo Caccia en la Nurra.
El viento es una característica de la isla. El “paraíso de las olas” es la costa oeste, en la zona de Oristano, donde encontrarás las olas más altas del Mediterráneo. En la zona de Porto Pollo, en la costa norte, la fuerte y constante brisa hace de este lugar otro paraíso para practicar Windsurf.
Sumérgete en aguas cristalinas
Casi 2.000 kilómetros de costa bordean la isla de Cerdeña y la convierten en un paraíso caribeño en medio del Mediterráneo. Aguas cristalinas tapizadas de azules diversos, playas de arena fina, dunas, calas escondidas de acceso sólo por mar o a pie, calas escarpadas en medio de parques naturales, escollos y pequeñas islas… Cerdeña te ofrece un sinfín de opciones para que disfrutes de su mar transparente y límpido.
Es una de las playas más populares y bonitas cerca de Alguer, donde hay numerosas calas de arena blanca y agua color verde esmeralda.
Paraíso de aguas cristalinas y color turquesa que se encuentra en Stintino, en la costa noroeste de la isla.
Playa de arena blanca y fina bañada por un mar de ensueño, y poco profundo.
La playa se caracteriza por tener un agua cristalina y transparente.
Playa de arena más espléndida de la isla. En el sur de la isla.
Considerada una de las playas más coloridas y originales del mundo, debido a su color rosado.
La arena de esta playa es blanca y de grano fino. Sus aguas poco profundas, la hacen adecuada para ser visitada por familias con niños.
Conocida como la “Haití” de Cerdeña por su fina arena blanca y sus aguas poco profundas de color turquesa.
Tiene una duna de arena dorada que separa el agua turquesa del mar de un estanque de agua dulce, bordeada por espectaculares cuevas naturales.
Se caracteriza por poseer una arena de color blanco brillante y un mar transparente con tonos de azul a verde.
Cerdeña, con una gran variedad de flora y fauna, es el lugar ideal para disfrutar de la naturaleza. La vegetación predominante es el maquis, típico de las regiones costeras y montañosas y los arbustos como el madroño, el romero, el hinojo y el lentisco. En cuanto a la fauna, se encuentran especies típicas como el Cavallino dellla Giara o el Asno albino de Asinara, así como el ciervo sardo y el flamenco.
Es posible admirar la naturaleza de Cerdeña visitando los Parque naturales que permiten ver en primera persona la riqueza de especies animales y vegetales que ofrece la isla. Estos son algunos de los más destacados:
Más al sur pueden realizarse excursiones al Molentargius, que incluye la zona de lagunas cercanas a Cagliari o el de Sulcis al suroeste de la isla. Al norte de la isla se puede visitar la reserva marina de Capo Testa en Santa Teresa de Gallura.
Frente a Stintino se encuentra el parque natural de la isla de Asinara, con 100 km de costa virgen. Asinara es uno de aquellos lugares donde se respira una atmósfera de magia. Una flora que huele a Mediterráneo y una fauna originalísima, en peligro de extinción, con burros albinos que transitan con absoluta normalidad por las calles y los matorrales. Consta de 50 km2 y es un refugio para aves rapaces y marinas y muflones.
El Parque Natural Regional de Porto Conte, próximo a Alguer, es extenso y rico en maravillas ambientales y puede ser visitado con guía o por libre y a pie o en coche en las zonas permitidas. Durante la visita al parque se puede admirar la gran diversidad faunística y desde los miradores que salpican el camino, como los de Cala Barca o Capo Caccia, se tienen las mejores panorámicas del Parque y se puede apreciar un paisaje de ensueño dominado por el azul intenso del mar con tonalidades azul turquesa.
A pesar de ser una isla, la tradición culinaria sarda va mucho más allá del pescado y está fuertemente ligada a los productos de la tierra. El porceddu (cochinillo cocinado a la brasa, con carne tierna y de piel muy crujiente) y el queso pecorino son a menudo protagonistas en las mesas de los sardos, acompañados por el original pan Carasau, en forma de hojas crujientes producidas artesanalmente, y del vino tinto más popular de la isla, el Cannonau. Cerdeña ofrece también vinos blancos autóctonos de calidad como el Vermentino di Gallura.
Entre los productos más originales de la cocina sarda, nadie puede salir de la isla sin antes haber probado la bottarga, sabrosas huevas de mújol consideradas el caviar del Mediterráneo. Para acabar un ágape al estilo de la isla, no pueden faltar dulces como la deliciosa seadas, una masa de sémola rellena de queso y cubierta de miel, y los licores digestivos como el mirto (licor extraído de la planta del mismo nombre) y el filuferro, una variedad de orujo producido en la isla.
Cerdeña conserva tradiciones arraigadas a su cultura que se han convertido en citas turísticas de visita obligada. Desde las diferentes procesiones de Semana Santa que tienen lugar en muchos pueblos y ciudades de la isla, hasta las espectaculares celebraciones del carnaval, como la de los Mamutones de Mamoiada, fiesta ancestral que tiene lugar en la zona de la Barbagia, en el centro de la isla.
En la ciudad de Sassari, el tercer domingo de mayo tiene lugar la Cavalcata Sarda, durante la cual grupos folclóricos desfilan con los trajes típicos y realizan espectaculares acrobacias a caballo. En L'Alguer, el día de San Juan (24 de junio) se celebran fogatas y fiestas al aire libre. Son solo algunos de los ejemplos de celebraciones que tiene lugar a lo largo del año en la isla.
Uno de los secretos mejor guardados y más desconocidos de la isla es su patrimonio arqueológico. Cerdeña está salpicada por las famosas Nuraghe, construcciones megalíticas de piedra en forma de torre cuya función era de carácter defensivo. Se datan del siglo XV a.C. y componen parte de la identidad de la isla. Las nuraghe se han convertido en el símbolo de Cerdeña y no es de extrañar, ya que existen más de 7.000 repartidas por todo el territorio insular. De entre todos, destacan especialmente dos nuragas, Su Nuraxi (Barumini) y Santu Antine (Sassari).
Pertenecientes también a la época nurágica son las tumbas de los gigantes, los dólmenes y los menhires, monumentos religiosos y funerarios construidos en piedra. Entre las tumbas de gigantes, encontramos en Arzachena la monumental tumba de Li Lolghi y entre los dólmenes destaca el de Sa Coveccada, situado en Mores, Sassari.
En Cerdeña hay una gran cantidad de restos y ruinas romanas, que representan el testimonio más impresionante de la presencia romana en la isla, como en l'Anfiteatro di Cagliari, la Villa Tigellio (Cagliari) y Terme di Oristano (Fordongianus, Oristano).
La Basílica Santa Trinidad de Saccargia: Situada en Codrongianos (cerca de Sassari), es uno de los iconos que representan la isla de Cerdeña y una de las obras más impactantes de la zona. Este curioso edifico románico-pisano, está hecho con una sucesión de hileras de basalto y piedra caliza formando una “bandera” bicolor de tremenda belleza, acompañada por el campanario. Otras obras maestras del arte medieval son la Iglesia románica de San Gavino (Porto Torres) y La Catedral de Cagliari.
Cerdeña fue propiedad de la corona catalanoaragonesa, es por eso que la presencia española se observa en la arquitectura, en el arte y en el catalán que se habla en ciudades como Alghero. Algunos ejemplos son La Catedral de Sassari o la Iglesia de San Francesco en Alguer y el Castillo de Castelsardo.
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